Continúan a sol y lluvia y trasnocho, las dramáticas aglomeraciones de miles de personas en el centro de Tumaco, en solicitud de una ayuda estatal.
El hacinamiento humano, verdadera tragedia del pueblo pobre de la Perla del Pacífico, se vive en las inmediaciones del Coliseo del Pueblo.
La fuerza pública, es casi impotente, ante los permanentes conatos de peleas, disputas y agresiones por ocupar un puesto en la fila, que se presentan de manera continua entre los aspirantes a recibir el apoyo económico del gobierno.
La incapacidad del grupo responsable de atender a Familias en Acción es cada día más notable.
La gravedad del asunto amenaza con extenderse a los habitantes de (Venecia, Las Flores, El Voladero, entre otros) los puentes adyacentes a la congestión humana que vive el puerto por estos días.
Inclusive el servicio de recolección de basuras fue suspendido por los funcionarios encargados del mismo, debido a que es casi imposible transitar por las calles del sector con los camiones recolectores, o con las góndolas arrastradas por motos en el caso de los mencionados puentes palafíticos.
Aunque no se han detectado brotes epidémicos, ni afecciones entre la población infantil que se aglomera también en demanda de la ayuda económica del gobierno nacional, lo cierto es que el Hospital Divino Niño, dispuso de un equipo de atención médica por si se presenta alguna emergencia sanitaria.
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