La extraña “naturaleza” de los apagones en Tumaco

No sorprende que por las fiestas navideñas, el puerto de Tumaco, la pase a oscuras. Es parte ya de la tradición. Hubo hasta hace poco, casi que la misma causa, según concepto general: Las voladuras de las torres por parte de los actores armados al margen de la ley.

Sin embargo, el fin de año pasado (31 de diciembre), nos “cogió” (verbo favorito de tumaqueños y tumaqueñas) sin el esencial servicio de energía eléctrica. Se afirmó de manera oficial que era un daño ocasionado por la madre naturaleza que suele castigar a sus descuidados hijos, de muy precario espíritu ecológico. Se caen desde árboles completos hasta exuberantes ramas a lo largo de la red eléctrica, que por lo general atraviesa inhóspitos parajes selva pacífica adentro.

Ahora la culpa de los apagones, según concepto general, alimentado mediáticamente, haciendo eco de las declaraciones oficiales, la tiene “la madre natura”, que no está al margen de la ley, sino de la carretera que de Tumaco conduce a Pasto o tal vez a la desesperanza. Entre tanto, a plena medianoche y sin que nadie se “pille”, se roban tranquilamente (amparados en la oscuridad, cientos de metros de los cables conductores de la energía eléctrica para: ¿vendérselos a quien por Dios?)