En Colombia, los muertos los ponen los que quieren la Paz

La libertad de prensa es congénita al derecho a la vida. ¡Es sagrada!

Rechazamos y condenamos  todos los asesinatos, secuestros, chantajes, extorsiones, violaciones, intimidaciones, contra las personas que ejercen el oficio del periodismo en nuestro país, especialmente en los últimos 60 años.

La periodista española nacionalizada en Colombia Salud
Hernández, opositora a ultranza de los diálogos de Paz para
nuestra nación. Se espera que aparezca sin problema. Tumacopopolo.

En particular nos queremos referir al caso de la periodista española Salud Hernández, nacionalizada colombiana hace cerca de una década y quien ejercía su oficio con entera libertad en nuestra patria, hasta su reciente desaparición.

La distinguida comunicadora -estuvo en Tumaco hace más de un lustro cubriendo la guerra de las actores armados al margen de la ley-. Pudo realizar su trabajo sin contratiempos y le dedicó especial cubrimiento a la martirizada población de Llorente. Vino, vió y publicó lo que a su leal saber le pareció.

Estamos de acuerdo con ella en su denuncia contra las acciones sangrientas y pavorosas cometidas por los distintos grupos guerrilleros a lo largo y ancho de la geografía nacional y sobre todo en Tumaco y la costa nariñense. Dolor, tragedia, muerte y luto nos ha dejado el accionar de este grupo armado ilegal, en trance de abandonar la lucha armada y acogerse a la democracia.

Sin embargo, y respetamos su punto de vista, ella es una consecuente defensora de los postulados ideológicos del hoy senador Alvaro Uribe Vélez, enemigo declarado de la Paz que queremos la mayoría de los colombianos. ¿Repudian Uribe y sus amigos y condenan con igual intensidad el criminal accionar de las bandas criminales llámense Paramilitares, Clan Úsuga, Los Gaitanistas, los Uribeños, perdón los Urabeños, etc?

Está ella y su amigo Uribe Vélez en todo el derecho de oponerse a los diálogos de Paz que adelanta el gobierno nacional en La Habana por mandato de la Constitución de Colombia.

Nos parece indispensable que el gobierno de Juan Manuel Santos, disponga de todos los recursos del Estado -como lo está haciendo- para obtener su pronta ubicación y regreso a la vida social sana y salva. Darle un tratamiento excepcional que ya quisiéramos para nosotros los periodistas y reporteros de provincia que nos jugamos la vida diariamente en el ejercicio de nuestra labor.

Estamos convencidos que regresará pronto con sus informaciones de campo, porque en este país, LOS MUERTOS LOS PONEN  QUIENES QUIEREN LA PAZ, NO LOS QUE SE OPONEN A ELLA.