Durante la última década, a nivel del alto gobierno, es la primera vez que un ministro presenta renuncia irrevocable del cargo, por sus errores.
En el caso presente, el del ministro de justicia, abogado Juan Carlos Esguerra, creemos que los cometió de buena fe. Fue engañado por otro grupo de funcionarios elegidos por voto popular: los congresistas de Colombia.
El país ya los tiene en la retina, pues la televisión manglariana los repite
a cada instante (repite, repite, que algo quedará).
Gallargo gesto, reconocido por el presidente Juan Manuel Santos Calderón.
Regresa a la cátedra y a su ejercicio profesional.
Bienvenido PROFESOR Esguerra, La profesión se dignifica con maestros de su talla.
¡Los impúdicos, los indignos, los oportunistas, que legislan en su propio causa!, los conocemos bien. Para infortunio de la nación, sectores populares hambrientos en lo material y lo espiritual, los reeligen.
¿Hasta cuándo?
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