¿Qué ciudad queremos?
¿Acaso una convertida en una jungla de motocicletas que pululan hasta en los sueños de las doncellas?
¿O una donde los carros y las motos compiten por la "chatarrización de la vida ciudadana?
Si Tumaco es una isla, levantarse cada mañana y oler la mar, saborear el aire matinal y bañarse de sol recién despierto, no debieran ser los mayores placeres, ¿sin ningún impedimento moderno?
¿Qué hacer frente a una ciudad-isla que en vez de ser peatonal, está plagada de matones motorizados al detal?
¿Y los andenes tomados por la parafernalia del rebusque diario que protagonizan los marginados de la "democracia"?
¿Qué ciudad queremos?
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