El Superintendente de Notariado y Registro y el Presidente de Colombia lo denunciaron y reafirmaron al unísono: buena parte del sector público -el privado no se queda muy atrás- cuando se le mete el dedo para investigarlo hace pus.
El contexto de esta afirmación bien puede rastrearse en la historia de nuestra nación casi desde su "fundación republicana".
En honor a la verdad, en la última década y la frase es del poeta William Ospina, Colombia se convirtió en un "PAÍS EN LLAMAS"; la corrupción, el desempleo, el neoparalitarismo, la concentración bancaria y empresarial de las ganancias en pocas organizaciones familiares, sumadas al despojo -a sangre y fuego- de las tierras, antes en manos de millones de laboriosas y honradas familias campesinas que cultivaban cada día el sustento nacional, son hoy su mayor combustible.
Por apagar el fuego demencial de la narcotizada guerrilla, se convirtió y se usó -usa- al Estado, como una máquina de guerra donde TODO VALE, con tal de acabar al enemigo.Es el nuevo Estado del Miedo y el Terror General por punta y punta.
Fernando Pinzón Pérez. Isla de Tumaco, época de Carnavales del Fuego, marzo de 2011.
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