Colombia afronta en el Urabá antioqueño un paro armado, organizado por una tenebrosa banda de criminales de la peor laya.
Estos sicópatas ofrecen 2 millones de pesos por cada policía colombiano asesinado.
Es indignante, vergonzoso y doloroso que estas actividades demenciales y bárbaras ocurran en nuestra nación.
Y mañana sábado, el grupo de fanáticos seguidores del senador de la extrema derecha don Alvaro Uribe, anuncia una marcha o movilización de protesta, porque su primo Mario, sus hijos Tomás y Jerónimo y algunos delincuentes de cuello blanco que lo acompañaron en la presidencia de la república, son perseguidos de la justicia colombiana.
Colombia se debate entre la justicia y la injusticia y la muerte asesina se pasea oronda por casi todos los rincones de la patria.
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