La apertura de la primera Oficina de Derechos Humanos por parte de Naciones Unidas en Tumaco, constituye un reconocimiento histórico a la tragedia humanitaria vivida en los últimos años en esta martirizada región.
En el segundo piso de la Casa de la Memoria, queda la sede de la Oficina de los Derechos Humanos de Tumaco, inaugurada por las Naciones Unidas. |
Convertido en cementerio marino el mar Pacífico, como escribiera en su libro de relatos el periodista Fernando Pinzón Pérez. EL PAÍS DEL MAR, son demasiados los cadáveres que aun permanecen ocultos en fosas comunes de las que muy pocos se atreven a hablar.
Los crímenes cometidos por el paramilitarismo en el pacífico colombiano siguen impunes en su gran mayoría.
Resulta entonces esperanzador que la ONU, haya abierto esta casa de los Derechos Humanos, precisamente en el segundo piso de la sede ocupada por la Casa de la Memoria Histórica de Tumaco.
Las familias de las víctimas no cesan en su empeño de conocer la verdad acerca de los espantosos asesinatos cometidos contra hombres, mujeres y niños indefensos, sometidos a los peores vejámenes y torturas.
Los victimarios siguen tranquilos unos, otros pagaron penas privativas de la libertad, consideradas ridículas y otros incluso fungen como líderes de la opinión nacional y tienen hasta partido y asiento en el Congreso de la República.
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