El viernes pasado, como es de conocimiento público, sujetos desquiciados arrojaron una granada contra una patrulla. El artefacto rebotó y ocasionó daños de menor consideración en una reconocida licorera de la ciudad. Hubo por desgracia dos menores heridos de 10 y 15 años de edad.
Ayer domingo, se volvió a presentar en horas de la tarde, otro acto terrorista sin que se produjeran víctimas.
¿Falso positivo?
De manera unánime la comunidad rechaza estos actos criminales.
Sin embargo, en el último hecho que todos repudiamos y condenamos, se produjo la captura del joven Marcos Castro, técnico judicial y conocido folclorista de la municipalidad.
Un testigo informó a las autoridades que uno de los atacantes "era un negro que usaba camiseta blanca y tenía puesta una gorra".
Pues el joven Castro, en bermudas, con camisilla blanca y luciendo una cachucha, avanzada la tarde de ayer domingo. decidió dirigirse a las playas del Bajito. En el retén que había ubicado la policía cerca de las instalaciones del antiguo Seguro Social en la Avenida de Los Estudiantes fue retenido. Su aspecto coincidía con las vagas descripciones del testigo.
El padre de Marcos es el educador y director de la Escuela de Música Tradicional Isaac Castro Capurro. Por todos los medios intentó demostrar a las autoridades que habían cometido un tremendo error al sindicar y privar de la libertad a su hijo.
Ahora resulta que según el reporte de los policias que efectuaron la detención de Marcos Castro, al momento de la requisa le encontraron una granada.
Culpable hasta que demuestre su inocencia.
Las cosas andan tan patas arriba en Colombia, que ahora si alguien es acusado de algún delito es culpable hasta que pueda demostrar su inocencia.
Marcos Castro, léase, bien, trabaja hace tiempo en el sector judicial de manera privada y es bien conocido entre los abogados tumaqueños; inclusive labora con un reconocido profesional del derecho. Muchos jueces, fiscales y hasta agentes de la policía lo conocen y tratan por razón de su oficio.
Sorprende, por decir lo menos, que ahora resulte que le encontraron al momento de su captura una granada.
Esperemos que se haga de verdad justicia en este caso. Hay muchos testigos que estaban con Marcos y buena parte de la comunidad que sabe que se trata de un joven decente, trabajador y honrado padre de familia.
El personero Municipal Alex Castillo y el grupo de abogados tumaqueños que conocen de trato, vista y oficio a Marcos Castro, ya expresaron su preocupación por lo que está ocurriendo en este caso.
En el afán de combatir el execrable terrorismo y la delincuencia subversiva, no se pueden atropellar los derechos humanos, las libertades civiles y ganar reconocimientos y premios sacrificando a inocentes.
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