Todavía nos encontramos en buena parte, en el justo reclamo y exigencias perentorias al Estado colombiano para que le cumpla a Tumaco en sus inaplazables demandas, de privilegiarla como pasajero de primera clase en el tren de la prosperidad nacional.
Técnicos y dirigentes gremiales y aún la dirigencia política, elevan la voz en demanda de prontas soluciones. De propuestas concretas, tasadas y valoradas, muy poco, por decir que casi nada.
Por ejemplo: apoyamos el decidido y comprometido trabajo que realiza el gobernador Raúl Delgado en relación con Tumaco. Sin embargo: ¿en el presupuesto del Departamento de 2012 cuánto en realidad se le va a invertir al puerto, en cuales proyectos, a qué comunidades beneficia y en qué tiempo?
Por favor, pónganle plata y fecha al desarrollo social de Tumaco y los primeros resultados ¿en qué tiempo los esperamos?
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