¿Tumaco está en la olla?
Por: Fernando Pinzón Pérez
*La calumnia*
Puede una gota de lodo
sobre un diamante caer;
puede también de este modo
su fulgor obscurecer;
pero aunque el diamante todo
se encuentre de fango lleno,
el valor que lo hace bueno
no perderá ni un instante,
y ha de ser siempre diamante
por más que lo manche el cieno.
La pobreza, la violencia y la corrupción, son tres factores decisivos en el estado calamitoso del Tumaco del siglo XXl.
El Municipio tiene en la actualidad más de 170 mil habitantes -censo Dane 2005 arrojó 162.000-, donde las mujeres superan ligeramente en cantidad a los hombres y dispone de un presupuesto público anual superior a los 160 mil millones de pesos.
Para algunos foristas locales, que se abren paso con entusiasmo en las redes sociales, el desempleo es la causa primaria del desbarajuste de Tumaco. Afirman - a ojímetro- que el 80 por ciento no tiene un trabajo del cual vivir y que se rebuscan cada día el sustento hasta agotar sus escasas fuerzas.
Hasta aquí esta mínima introducción socioeconómica para situar en contexto una idea general que parece haberse incrustado en el colectivo social: “Tumaco está en la olla”.
La alternativa informativa.
Monopolio de la televisión por cable.
Se acentuó en Tumaco un monopólico período de la televisión. Desapareció prácticamente la televisión pública gratuita y a la gente “la sometieron” a suscribirse al servicio pagado de t.v.cable.
De una asociación inicial de cientos de personas integrantes del servicio de antena parabólica a precios razonables, después de muchas vueltas y revueltas, se terminó en manos de la empresa Cable Unión de Occidente, con los dimes y diretes que conoce la comunidad de Tumaco.
El canal local 6 se convirtió en divulgador fundamental, hay que decirlo con sinceridad y en honor a la verdad, de la acción proselitista de la organización política que orienta desde hace más de dos décadas, el dirigente Nilo del Castillo Torres.
Y no es que los partidos políticos y sus líderes, no tengan derecho a fundar medios de comunicación, ¡no faltaba más!; el meollo es que terminan “arrinconando” a los demás y recortando su derecho a expresar sus opiniones o simplemente le permiten el acceso al medio a la oposición, si les da la gana.
Una triste anécdota ilustra mi apreciación. Muchos conocemos al periodista y escritor costeño Flover Gonzalez, durante muchos años corresponsal del diario El Espectador de Bogotá en Cali. No sobra decirlo, tengo con Flover, además de una larga amistad, un respeto por su obra literaria dedicada a rescatar los mitos y leyendas del Pacífico, extensivo a su quehacer periodístico que le significó varios premios nacionales y regionales. Las crónicas y reportajes de González en los tiempos del cartel de Cali y sus valientes denuncias son historia y se pueden cotejar en El Espectador.
A Flover lo invitaron los directivos del Canal 6 para que hiciera un programa de opinión. En uno de esos espacios sus invitados fueron el dirigente afroamericano, educador e intelectual Carlos Rúa (autor de valiosos libros) y el exalcalde Teódulo Oberman Quiñonez. Supuestamente por problemas técnicos quedaron sin audio –léase sin voz- por cerca de 15 o 20 minutos. Finalmente se percataron y suspendieron la emisión. Flover no regresó al espacio, le pagaron lo que le debían y el quedó con la impresión de que lo censuraron. También los invitados. Los tres sintieron que su presencia y sus opiniones no “eran políticamente correctas”, para el Canal 6.
Suspenden al canal 6.
En los últimos días se conoció la decisión de la CNTV de suspender por un tiempo el funcionamiento del Canal 6 que ahora funciona en la empresa Globo Televisión, la cual reemplazó a Cable Unión de Occidente.
La causa, de acuerdo con el ente responsable de vigilar este servicio, fue el proselitismo político, por parte del canal, en favor de la candidata que aspira a la alcaldía de Tumaco.
Hay unas reglamentaciones y condiciones acerca de la publicidad partidista y política. Seguramente habrá que esperar a que se agoten las respectivas apelaciones para ver que queda en firme en este caso.
Pluralismo informativo.
Los tiempos han cambiado en materia de comunicación en esta isla de langostinos de exportación y de las mujeres más bellas del Pacífico de Colombia.
Quince años atrás Radio Mira empezó a ser acompañada en su noble tarea de informar y llevar mensajes de amor y paz a su comunidad.
Apareció Pedro Antonio Martínez como el primer director de Rumba Stéreo. La consolidó. Después Tumaco Stéreo. Luego Marina Stéreo. Ahora la emisora de la Policía de Tumaco.
Surge este año Cable Antena bajo la batuta de Hugo Payán, con su nuevo canal local al frente del cual están los señores Javier Estrella y Rafael Reyes.
Creo con toda firmeza que lo sano, lo conveniente y lo democrático para la comunidad de Tumaco es que tenga pleno derecho a contar con los dos sistemas de televisión pagada por cable:
Globo televisión y Cable Antena.
Por normas, cada sistema debe tener un canal local y si hay canales comunitarios debidamente constituidos conforme a la Ley también deben emitir sus señales.
Conozco del interés que anima a la casi totalidad de los que trabajan en los distintos medios locales de comunicación por actualizarse y capacitarse cada día más; la institucionalidad pública y privada y los dueños de los propios medios ojalá recojan estas sanas aspiraciones e inquietudes de los comunicadores y también mejoren en lo posible su estabilidad laboral y salarial.
¡Se acabaron los monopolios!
Y además, el Municipio de Tumaco y el Ministerio de las Tecnologías de la Información y la Comunicación de Colombia, tienen que garantizar el restablecimiento de las señales abiertas (por irradiación a través de antenas) y gratuitas de los canales públicos y privados de nuestro país, para que cada habitante de Tumaco pueda decidir si vuelve a recibir la televisión nacional sin ningún costo, o prefiere contratar t.v.cable. O ambas cosas si le da la gana.
El pluralismo informativo en Tumaco es una falacia, Fernando. Quien funda o logra poner en funcionamiento un canal de televisión, emisora de radio o medio periodístico, con honrosas excepciones, termina poniendo el medio al servicio de una causa política generalmente de tipo personal. Canales de tv, como el canal 6, solo respondieron todo el tiempo a los lineamientos políticos de Don Nilo del Castillo. Su razón de ser es por supuesto la de mantener la posición de preeminencia entre los votantes del puerto, pero en detrimento del pluralismo y de la información real que se debe dar a los ciudadanos. Programas como los que emitía este canal eran propaganda franca y directa a la obra y causa política del dirigente y quien se saliera un ápice tenia que atenerse a las consecuencias, como el fue el caso del dirigente cívico Víctor Jaramillo que por diferencias políticas le tocó salir por la trastienda.
ResponderEliminarTumaco necesita un medio televisivo que le de cabida a todos los que piensan y hablan diferente, algo así como un foro televisivo que permita otros criterios, información plena y veraz y apertura para todas las opiniones.
Roberto Vélez Isaza