| Roberto: Leo en mi correo la nota recordatoria del aleve asesinato de su ahijado. Tengo fresco su rostro en el aula de clase del ITIN donde compartimos saberes, junto con otros chicos. Sigamos trabajando unidos para ayudar a sanar este país, enfermo grave de exclusión social y económica. Derrotemos la barbarie nacional; somos por fortuna una mayoría humanística. Sólo valen la libertad, la justicia, la tolerancia exclusiva para las buenas cosas, y la fraternidad y la solidaridad frente a los demás. Es nuestro sincero homenaje para todos los muertos made-in-Colombia, producto del secular conflicto interno que padecemos. Fernando. |
Historial de los comentarios
| Tenia 22 años y era de las mas pura estirpe de los gallinazos finos. Lento para todo menos para la mujeres. A todas les sonsacaba parte del corzoncito. Un bacán mi ahijado. |
| y es la triste realidad de muchas familias en nuestro puerto! |
| Qué tristeza que las cosas se queden así, como si nada... |
Publicación original
| Mi ahijado. Lo mataron ya hace dos años de cuatro tiros a un kilometro de mi casa en la carretera. Nunca se sabrá quien lo hizo. Le sobrevive la hija, Hanna Julissa, de solos tres añitos.
| Hernán Cabezas Micolta, asesinado por la barbarie nacional de un país, cuyo Estado
ha sido cooptado de manera significativa
por la mafia tradicional. |
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