¿Qué es lo que queremos? ¡Agua y luz!

El insoportable concierto de las plantas eléctricas, no deja escuchar los tímidos "cacerolazos" de la comunidad de Tumaco,

Si bien es cierto, algunos grupos familiares expresan su descontento y rechazo a los eventos traumáticos ocurridos desde hace 9 días en materia de servicios públicos, como las llaman en lenguaje eufemístico los funcionarios estatales a las voladuras de torres de energía por parte de opositores armados al Estado, la indiferencia y la resignación, son las actitudes predominantes a nivel regional.

Otro grupo de "personas notables", elaboran una carta con el clamor popular, dirigida a su excelencia, el señor don presidente Juan Manuel Santos, esperanzados en que la lea y después demostrando, que él si es un lector comprensivo ( a diferencia de los bachilleres colombianos) proceda a ordenar y ejecutar (no matar, el verbo que más conjugan los amantes del autodenominado Centro Democrático) los programas y soluciones que reclama no solo el pueblo de Tumaco, sino en general la comunidad colombiana.

No faltan los entendidos y los especialistas ( "locos repúblicos y de gobiernos", los llamaba don Francisco de Quevedo, el del Siglo de Oro) que proponen un conjunto de soluciones, todas viables pero sin sustento económico.

Mientras tanto, la clase política (los politicones de tradición) preparan sus huestes clientelizadas para las venideras elecciones, porque ellos tienen las soluciones prácticas para cada caso en particular: los 20 o 30, o un poco más de miles de pesos por sufragio ( ¿Muere el elector cada vez que recibe tal suma y también la democracia?) 

Y como en Colombia no pasa nada y mucho menos en Tumaco (somos de los países más felices del mundo), por lo pronto preparémonos a pagar los más caros recibos de agua y luz, porque las empresas responsables de tales servicios trabajan 24 horas sin descanso y cumplen su labor con encomiable espíritu patriótico.

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