Por: Fernando Pinzón Pérez
Desde los intensos debates en el Congreso, me quedó claro que la hoy promulgada Ley de Regalias puede convertirse hacia el futuro, en otro de los perversos focos de corrupción y exclusión para las martirizadas regiones pobres de Colombia.
En el caso de Tumaco y la costa pacífica "nariñense", afirmo: Siempre hemos estado en manos de una dirigencia política pastusa que tiene cooptada los intereses de Nariño y de "su costa", privilegiando sus afanes electorales, por sobre cualquier otra consideración.
A los POLITICONES PASTUSOS -con notables excepciones- les interesa asegurar sus curules en el Congreso. Manejan bien las aceitadas micro empresas electorales, de las cuales son dueños absolutos.
Son los que "nombran" a los gobernadores y a los alcaldes en asocio con parte importante de los electores municipales.
Las regalías para Nariño de acuerdo con el presidente Santos aumentarán 25 veces más entre 2012 y 2020, esto es: pasan de 22 mil millones que recibieron en la década pasada a más de 426 mil millones en la que se inicia a partir del próximo 1 de enero.
El gobernador (¡el gobernador!) determinará los proyectos de impacto regional. (Recuerden quien elige al gobernador).
Sé que hay gente con muy buena memoria en Tumaco. Por favor, cuáles gobernadores pastusos han defendido, perdón, han invertido con equidad recursos del Departamento en Tumaco, para no hablar del resto de la región. Es probable que la lista sea larga. Uno que es desmemoriado.
Entiendo que el exsindicalista, exalcalde de Pasto y exjefe de Planeación departamental Raúl Delgado se reunió hace poco con voceros políticos y algunos interesados en un hotel de nuestra localidad; supongo que la agenda contempló el tema. Hay tiempo. Estamos tratando con la ayuda de la Fundación Color por Colombia que VOTE BIEN (Revista Semana) incluya a Tumaco en el debate de alcalde y gobernador; por ahora Buenaventura está en la agenda. Necesitamos que de cara al país le digan lo que estos candidatos piensan sobre Tumaco.
Insisto: hay una novela del nobel José Saramago,en la cual un pueblo hastiado de tanta muerte y corrupción politiquera, decide el día de elecciones para nombrar el nuevo alcalde quedarse en sus casas. ¡Se armó la grande en ese país imaginario!
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