Le dijo el expresidente Ernesto Samper a la periodista María Isabel Rueda en relación con el famoso video (donde se comprueba lo que la gente de bien de este país sabe, que el candidato uribista está dispuesto a todo con tal de ganar) "que una cosa es un hacker y otra un asesor cibernético. Como la diferencia entre un guardaespaldas y un sicario".
¿Por qué extrañarse de que el candidato uribista se junte con malas compañías para perpetrar fechorías? No es el talante de muchos de los seguidores de esta malhadada corriente "política".
Para ellos no es ningún problema que se los ponga al descubierto en plana comisión de delitos, tipificados en el Código Penal colombiano. No, ni más faltaba, los delincuentes fueron los que los filmaron sin su autorización.
Como aconsejan los criminales de pura cepa, haga lo que sea, eso sí, no se deje pillar, ahí está el problema. O "el montaje", como lo llama el candidato uribista, un indecente personaje, que bien merece ser el presidente de la asociación nacional de delincuentes de cuello blanco de la patria macondiana.
Y el doctor Rodrigo Uprimmy (connotado jurista de la U. Nacional) ya lo escribió en su reciente columna de El Espectador: estamos ante la comisión de varios delitos que contemplan penas privativas de la libertad.
Ojalá el candidato uribista esté lo mejor rodeado posible...para evitar que escape de la justicia colombiana. Esta gente es experta también en estas materias. Recuerden al siquiatra Restrepo y a la señora exdirectora del fenecido DAS, que se oculta en Panamá.
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