¡Alabar a Dios en silencio!

El Consejo de Estado ordenó que ninguna iglesia pueda sobrepasar los 70 decibeles de ruido en el día y de los 60 en la noche, pues los cantos, los instrumentos musicales y los equipos de sonido pueden afectar el derecho a la intimidad de quienes residen cerca a las iglesias.

En cambio si es delito orar y cantar a gritos y poner alta la música.

La sección primera del alto tribunal advirtió que “sobrepasar los niveles de ruido autorizados por la ley puede impedir el libre desenvolvimiento de la vida privada y constituye por lo tanto, una injerencia arbitraria que vulnera el derecho a la intimidad personal y familiar”.

La medida se da después de que varios ciudadanos de Neiva (Huila) se quejaran por el ruido de la iglesia Cristiana Agua Viva, que deberá reducir su volumen en 48 horas. La sentencia emitida por el Alto Tribunal, también afirma que “se constituye un uso abusivo de la libertad de cultos, un ejercicio de ese derecho que produzca ruido por fuera de los parámetros normativos máximos establecidos en la ley”.

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